Que es ser un triunfador?


Valores 

I. LOS TRIUNFADORES
A veces los triunfadores no son aquellos a los que todo el mundo aplaude y reconoce. No son los que construyeron grandes obras, dejaron constancia de su liderazgo o viajaron, en primera clase.
A veces los triunfadores no son los administradores geniales, ni los visionarios del futuro, o los grandes emprendedores. Por ello, tal vez no los reconoceríamos en medio de tanto pensador, filósofo o tecnólogo, que supuestamente conducen a este mundo por la senda del progreso.
A veces el triunfador no es el negociador internacional, o el hacedor de empresas de clase mundial o el deslumbrante estadista que asiste a reuniones cumbre. No es el que se afana por exportar mucho, sino el que todavía se importa a sí mismo. Porque el triunfador puede ser también el que calladamente lucha por la justicia, aunque no sea un gran orador o un brillante diplomático.

El triunfador puede ser igualmente el que venció la ambición desmedida y no fue seducido por la vanidad o el poder.
Es triunfador el que no obstante que no viajó mucho al extranjero, con frecuencia hizo travesías hacia el interior de sí mismo para dimensionar las posibilidades de su corazón. Es el que quizás nunca alzó soberbio su mano en el podium de los vencedores, pero triunfó calladamente en su familia y con sus amigos y los cercanos a su alma.
Es, quizá, el que nunca apareció en las páginas de los periódicos, pero sí en el diario de Dios; el que no recibió reconocimientos, pero siempre obtuvo el de los suyos; el que nunca escribió libros, pero sí cartas de amor a sus hijos y el que pensó en redimir a su país a través de la asfixiante aventura de su trabajo común y rutinario y aquel que prefirió la sombra, porque, finalmente, es tan
importante como la luz.
A veces el triunfador no es el que tiene una esplendorosa oficina, ni una secretaria ejecutiva, ni posee tres maestrías; no hace planeación estratégica ni elabora reportes o evalúa proyectos, pero su vida tiene un sentido, hace planes con su familia, tiene tiempo para sus hijos y encuentra fascinante disfrutar de la hermosa danza de la vida.
A veces el triunfador no es el pasa a la historia, sino el que hace posible la historia; el que encuentra gratificante convencer y no sólo vencer y el que de una manera apacible y decidida lucha por hacer de este mundo un mejor lugar para vivir. Es el que sabe que aunque sólo vivirá una vez, si lo hace con maestría, con una vez le bastará.
A veces el triunfador no tiene que ser el que construyó grandes andamiajes y estructuras administrativas, pero supo cómo construir un hogar; no es el que tiene un celular, pero platica con sus hijos, no tiene correo electrónico, pero conoce y saluda a sus vecinos, no ha ido al espacio exterior, pero es capaz de ir hacia su espacio interior y sin haber realizado grandes obras arquitectónicas, supo construirse a sí mismo y fue, como dice el poeta, el cómplice de su propio destino.
A veces el triunfador suele ser Teresa de Calcuta, o Francisco de Asís o Nelson Mandela, o tal vez la enfermera callada, el obrero sencillo y el campesino olvidado, porque como personas triunfaron sobre la apatía o el desencanto y con su esfuerzo cotidiano  establecieron la diferencia.
A veces el triunfador puede ser el carpintero pobre de un lugar ignorado, o una mujer sencilla de pueblo o un niño humilde que nació en un pesebre, porque no había para él lugar en la posada...
Autor: Rubén Núñez

. EL MUNDO DE MI NIÑO
Quisiera tener un pequeño lugar en el mundo de mi niño.
Sé que en  su mundo, tiene estrellas que hablan con él y un cielo que se  inclina ante su rostro para  divertirlo con sus  cándidas nubes y arco iris que le hacen creer que están en silencio, que nunca se mueven, y que trepan a su ventana con historias y baúles repletos de  bellísimos juguetes.
Quisiera viajar por el camino que atraviesa su mente  e ir  más allá de todos los límites, donde los mensajeros vagan errantes sin ninguna causa  entre los reinos de reyes sin historia, donde la razón hace barriletes con sus leyes y vuela en ellos  y la Verdad se siente libre de sus cadenas.
Autor: Rabindranath Tagore
Reflexion: Tal vez ser un triunfador es ser simple como un niño y apreciar la vida desde esa inocencia y espontaneidad que los caracteriza. Tal vez se trate de permitir a nuestro niño interior ser libre y dejarlo actuar por nosotros. Acaso no eramos felices de niños sin esperar tanto? y con mucho menos de lo que necesitamos ahora? Tal vez nos haga falta revisar y recordar los valores que teníamos en ese entonces.

1 comentario:

selva lena dijo...

Punto de vista muy interesante y elogioso.
Muy válido para muchos seres que viven en el anonimato.