Como corregir los errores al atraer








 Buenos deseos
La base de recibir la cooperación de todos es el estado de tener buenos deseos. Quienes tienen buenos deseos automáticamente reciben la cooperación de todos. El sentimiento de buenos deseos automática y fácilmente crea en sus mentes el deseo de cooperar. Todos tienen amor en su corazón hacia las almas que tienen buenos deseos y es este amor lo que les hace cooperativos. Donde hay amor, todos están dispuestos a entregar su tiempo, riqueza y cooperación. Por tanto, alguien que tenga buenos deseos hará a los demás amorosos, y el amor les capacitará a ofrecer todo tipo de cooperación.

Un alma con buenos deseos fácilmente reclamará el certificado del contentamiento de todos. Sólo aquellos que tienen buenos deseos son siempre capaces de tener la personalidad de contentamiento.

Cuando damos a los demás el logro de la felicidad, el apoyo, las alas del coraje y del fervor y el entusiasmo, las bendiciones y buenos deseos que se despiertan en ellos les capacitan a avanzar espiritualmente.

Así como a través de las palabras capacitamos a las almas a tener sentimientos de amor y cooperación, de la misma forma, cuando tenemos buenos deseos y nos estabilizamos en un estado amoroso, cualesquiera que sean nuestros sentimientos, haremos que esos mismos sentimientos surjan en esas almas. Nuestros buenos deseos encenderán sus sentimientos. Del mismo modo que con una vela encendemos otra vela, de la misma forma, nuestros poderosos buenos deseos fácilmente harán que emerjan los sentimientos más elevados en los demás.

Así como el teléfono inalámbrico y los móviles nos facilitan la comunicación, de la misma forma, estos pensamientos puros darán la experiencia de hablar directamente, cara a cara, con otras almas. Éstas son las especialidades del poder del silencio. Para beneficiarnos del poder del silencio necesitamos experimentar con sus métodos.

OM Shanti, Silvia 


Examinar y cambiar:
la clave de la armonía interna

En mayor o menor grado, todos hemos tenido la experiencia de dar un mensaje en el que no creíamos verdaderamente. O, en contra de nuestra voluntad, tomar parte en una conversación sobre chismes. O decir o hacer algo que no coincidía con nuestros valores. Y aunque la causa fuera política, social o culturalmente correcta, como evitar herirnos o herir a otro, satisfacer las expectativas de los demás hacia nosotros, o decirlo o hacerlo porque ?lo sentimos así?, esos pensamientos, palabras o acciones falsas tienen un efecto. Experimentaremos las consecuencias no sólo como una falta de armonía y conflictos internos, sino también en las relaciones con los demás. El estrés aumenta, la paz disminuye y el mundo se deteriora un poco más.

Al alinear los pensamientos, las palabras y las acciones con los principios divinos y universales que gobiernan la naturaleza y la conducta humana, automáticamente reducimos las tensiones, porque actuamos desde una posición pura. Cuando las motivaciones se basan en valores correctos de acuerdo con las leyes fundamentales y naturales, pensamos, hablamos y actuamos de forma que se garantiza el éxito, los logros y la paz mental.

Simplemente enfocándonos en nuestro interior se revelarán esos principios, esas verdades irrompibles, permanentes y fundamentales que trascienden todos los sistemas de creencia. Son leyes naturales y espirituales, y el conocimiento de esas verdades está en el corazón de cada alma humana. Son conceptos tales como la justicia y la paciencia, la honestidad y la integridad, la benevolencia y el respeto, la precisión y la flexibilidad y todas las demás virtudes divinas que son parte de nuestro potencial más elevado. O M Shanti, Silvia




El siguiente  escrito es colaboracion de Oscar Cardozo


 Qué clase de energía transmites?

Si tú llevaras imanes pegados por todas partes, podrías esperar que algunas cosas se te pegaran, que otras se alejaran corriendo de tu lado y que otras no te afectaran. En cierto modo, esto es lo que ocurre en la vida. Inconscientemente transmites tu energía. Algunas de tus cualidades son magnéticas y otras repelentes. Has atraído hacia ti toda cosa y persona que está en tu vida. La vibración que emites está formada por tu energía consciente e inconsciente, en parte repelente, en parte magnética, y en parte neutra. La ley que hay detrás de ello es la que dice: atraemos lo que es similar a nosotros.

Atraemos a nuestra vida, personas y situaciones que tienen vibraciones similares a las nuestras. Las cualidades negativas como la penuria, la desesperación, la depresión, la rudeza o la desconsideración conducen a una frecuencia baja. Si poseemos alguno de estos elementos en nuestra naturaleza, magnetizaremos a alguien de energía similar hacia nuestra vida. Las cualidades como el amor, la gentileza, la dicha, el deleite o la generosidad transmiten una energía de frecuencia elevada y también magnetizan a personas de energía similar.

 El universo nos ofrece espejos para que nos contemplemos en ellos, mira a tu alrededor y observa a los personajes que te rodean. Están interpretando un papel en la obra de tu vida por algún motivo. Cuanto más vehementemente negamos que somos como imanes para cierto tipo de persona o situación, más nos pide nuestro Yo superior que observemos atentamente a nuestra sombra.
 La desesperación es algo que repele. Cuando alguien está desesperado por tener pareja, los demás captan esa desesperación a un nivel sutil y se retiran. Cuando cambian esa energía por otra amorosa, abierta y de aceptación, atraen a la persona adecuada. La ley de atracción funciona en diferentes ámbitos.
Si no estás en armonía con la vida puedes atraer alimentos que te sientan mal. Si tienes pensamientos autocríticos te estás atacando a ti mismo. Puedes atraer a mosquitos que te piquen. Están sirviendo de espejo para la energía que estás emitiendo. Si estás soterrando la cólera puedes atraer un ataque. Si tienes pensamientos negativos atraes a personas y situaciones negativas.
Si tienes mala salud, en el momento en que estés listo para soltarla atraerás al sanador perfecto a tu vida. Si quieres que un proyecto tenga éxito pero tienes sentimientos ocultos de aburrimiento, o si estás asustado o cansado, la energía subyacente contrarrestará el éxito del proyecto. Siempre que algo no se manifieste como tú esperas, examina tus sentimientos soterrados y cámbialos. Entonces magnetiza aquello que quieres.

 Lo interior atrae a lo exterior. Si algo de tu mundo exterior no es como quieres que sea, busca dentro y cambia tu manera de sentir con respecto a ti mismo. Entonces automáticamente atraerás a personas y experiencias diferentes hacia ti. Si te infravaloras y piensas que no eres lo suficientemente bueno, atraerás a una persona abusiva que te hará lo mismo.

 Recuérdate tus buenas cualidades y magnetiza a alguien que te aprecie. No emitas energía negativa ni pienses en atraer algún desastre hacia ti. Irradia luz positiva y confía en que un milagro se acerque a ti. Eres como un imán: atraes aquello que es similar a ti.
 Juan Carlos Caramés










Explicación ampliada sobre la ley de atracción.


















Segunda parte.

Nos dedicaremos ahora a aclarar un poco más sobre las diferencias del ego terrenal y el ego superior. Esto es importante tenerlo claro, ya que tiene una relación directa, cuan en armonía se esté entre los dos egos o cuán alejados estén uno del otro, con lo que la ley de atracción nos aproximará.
Vamos a usar el ejemplo de un profesional y su herramienta . Como nuestro Yo superior es creador, vamos a hablar de él poniendo el ejemplo de un carpintero, que es un creador en su oficio. Y vamos a colocar al ego terrenal como si fuera una de sus herramientas, el serrucho. Más allá de que al usar su herramienta el carpintero deba de hacerse uno con ella para su mejor utilización, al igual que un pintor con su pincel, una modista con su tijera, un chofer con su automóvil, un cocinero con su cuchilla, un músico con su instrumento, etc., etc., ha de convertirla en una extensión de sí mismo, pero con la claridad absoluta de que él, no es su herramienta, sino quien la domina.
Supongamos que su herramienta (serrucho) se sintiera como una entidad autónoma y completa (ilusión), desde su limitada visión pensaría que todo en la vida es serruchar y serruchar. Por lo cual sus deseos se verían limitados, y pensaría que su felicidad y realización se darían si tuviera muchas cosas para serruchar.
En cambio, si esta herramienta, tuviese la oportunidad de un vislumbre algo más profundo, suficiente como para darse cuenta y reconocer que él es una herramienta y parte de algo superior, y se diera lugar, con humildad suficiente y aceptara comunicarse con ese algo superior, podría comprender que su cualidad de herramienta sería mucho más útil y cualificada dejándose llevar y haciéndose uno con el carpintero, lo que haría de su trabajo algo perfecto, realmente útil, que traería para ambas partes lo que cada una necesita.
De la otra manera, con sus deseos limitados, también atraería resultados limitados, y probablemente tendría mucho de lo que pide, es decir, material para serruchar, pero sin calidad, mucho de lo cual sería innecesario, incluso causando un desgaste y daño a la misma herramienta, dejando al carpintero sin poder cumplir su oficio, y perdiéndose los cuidados acertados que le proporcionaría el carpintero para su mejor rendimiento. (Claro que el carpintero tiene la opción de tirar el serrucho y hacerse de otro si se estropea, esto también medítenlo)
Este ejemplo sirve para todos los oficios, incluso el de la vida con su atraer. Entonces, el primer paso sería descubrir si estamos deseando y actuando como el serrucho o como el carpintero.

¿Cómo hacemos para diferenciar esto?


Si estamos deseando como el serrucho pueden pasar dos cosas,


- Que se nos cumpla, que atraigamos muchas cosas para “serruchar”, que nos proporcionarán cortos estados de felicidad, que precisamente por su corta duración y la poca calidad de lo conseguido, nos harán sentir muy pronto insatisfechos, vacíos, teniendo que buscar de nuevo algo que desear y que atraer hacia nuestra vida.
- Otra situación que podría ocurrir es que no nos llegue nunca una concreción porque nuestros deseos están divididos entre lo que desea el serrucho y lo que desea el carpintero; y en ese caso, estaremos haciendo un cortocircuito, que lo único que permitirá es atraer lecciones y más lecciones nuestra vida y algunas podría llegar a ser dolorosas.
De esta manera no nos vamos a sentir felices como deseamos y nos merecemos ser.
Lo que merecemos es todo lo que nuestro completo potencial puede desarrollar, y no el límite que nos ponemos cuando nos creemos que nuestra completitud está encerrada en una herramienta.

Uno de los primeros pasos que necesitamos realizar es trabajar para calmar nuestra mente caótica, llena de contenido ilusorio, y tan confundida que nos hace ciegos, no permitiéndonos captar nuestra inmensa capacidad. Por ser a imagen y semejanza somos creadores en potencia, es decir somos estudiantes de creadores. Se nos ha dado muchísimas herramientas entre las cuales contamos al ego terrenal, como la principal. Nuestra mente es una de las poderosas herramientas que no debemos desperdiciar, y que hemos de cuidar y mantener orientada hacia el objetivo. Al igual que cualquier herramienta usada sin control y sin inteligencia, puede volverse en nuestra contra causando y causándonos heridas.

Para esto no hay reglas fijas, cada uno ha de encontrar su propio método; entre los cuales sugerimos


Relajación y meditación, practicar respiracion profunda.

- Escuchar músicas que calmen nuestros sentidos y los enaltezcan, en lugar de excitarlos.


- Ejecución de mantras, cantados o escucharlos en estado de relajación.


- Unos minutos en contacto con la naturaleza, caminar lentamente, ejercicios suaves (tai-chi; yoga; danza suave; etc.)


- Elegir la alimentación que no contenga elementos excitantes (rajásicos).


- Tratar de armonizar los centros energéticos a través de la música, sonidos de la naturaleza, colores y aromas.


- Tomarse un tiempo para cualquiera de estas cosas cada día.


- No inmiscuirse en discusiones innecesarias, relaciones tóxicas, lugares negativos, etc.


- Tomarse unos minutos a diario para pensar en todas las cosas que tenemos para agradecerle a la vida.

Luego de practicar esto por un tiempo, y al comenzar a sentir más paz interior, estaremos preparados para comenzar a pensar cuales son las cosas y situaciones que queremos atraer a nuestra vida. Este paso es sumamente importante realizarlo, ya que sin la calma de nuestra mente y sin paz interna, la calidad de nuestros deseos será baja y muy tendiente a lo que el ego ilusorio cree desear , o cree necesitar. De esa manera nos estaremos trayendo nuevas consecuencias similares a las anteriores, y no mejores.
Se trata de algo así como afinar el instrumento antes de sacarle sonido.


Los invito a que vayan comenzando con su afinación. Si lo desean pueden encontrar algunas herramientas para esto en el grupo de Meditación, mantras y frecuencias.

Continuaremos con los pasos siguientes en la tercera parte.





LourdesGonzalez








3ª Parte de la explicación ampliada sobre la ley de atracción.










En el documento anterior quedamos en las distintas formas de aquietar nuestra mente. Antes de continuar vale aclarar que el aquietar la mente lo suficiente como para continuar avanzando en este proceso, no tiene un tiempo definido, como así tampoco es una regla emplear cualquiera de las pautas que sugerí, cada persona puede encontrar sus propios métodos y necesitar tiempos diferentes. Lo importante de esto es lograr dejar de estar aturdido internamente, y no se trata solo de los ruidos externos, sino, y principalmente, de los internos. Los primeros son fáciles de acallar; los internos son aquellos que cada vez que intentamos dejar la mente en blanco, o simplemente reflexionar sobre algún tema, aparecen en forma de pensamientos obsesivos que distorsionan nuestro enfoque del momento haciéndonos desviar el pensamiento hacia lo que no queremos pensar, incluso trivialidades, que no son para nada trascendentales en nuestra vida, y que son lo que por hábito, suele pasar mayor tiempo en nuestra mente, alejándonos de lo que nos conduce realmente hacia donde queremos y necesitamos.
Así que una vez logremos contener aunque sea por un tiempo, el estado desaturdido, estaremos en condiciones de dar el paso siguiente.
A estas alturas ya habremos logrado en forma natural hacer las primeras reflexiones sobre nuestra existencia y nuestro destino. Debemos de tener claro y decidido definitivamente, llevar las riendas de nuestra vida, haciéndonos totalmente responsables de aquí en más de nuestros actos y de nuestras consecuencias. Una vez tomada esta decisión y estando seguros de nuestra propia firmeza, teniendo en cuenta que aún no somos magos y que esta decisión por sí sola no será suficiente para todos los cambios que pretendemos, nos prepararemos para el siguiente paso.


Autoexamen y autoconocimiento.






Con las emociones aplacadas para que no nos influyan y podamos ser objetivos, hagamos un examen (se puede usar lápiz y papel) de todo lo que realizamos en nuestra vida desde el trabajo con el que nos mantenemos, los amigos con los que nos reunimos, las personas con las que convivimos, y o que compartimos con ellas, la forma en que solemos descansar y divertirnos, y si ya teníamos alguna meta anticipadamente, cuanto tiempo de nuestra vida está siendo dedicado a ella y de que manera, incluyamos los ratos de ocio. Pongámonos en claro a nosotros mismos, si es posible en una lista, lo que sentimos en cada una de estas situaciones, es decir lo mal o bien que nos sentimos en todas estas circunstancias.
Aparte hagamos otra lista con lo que quisiéramos ver en nuestra vida en un futuro. Como nos gustaría estar, con quien, cuál nos gustaría que fuera nuestro trabajo.
Cabe aclarar que todo esto se hace con la finalidad de que tengamos en claro como estamos funcionando en este momento con respecto a las metas que supuestamente tenemos, y digo supuestamente, porque luego de terminado este proceso completamente es probable que hayamos descubierto que nuestras metas reales son otras y no las que pensábamos. Por lo general todos contamos con tres listas de metas.
Una, y la más visible, es la que armamos en base a lo que se nos inculco entre nuestra familia, la sociedad, la religión, los conocimientos que adquirimos según donde aprendimos, los preconceptos inculcados y arraigados en nuestra conciencia e inconciencia, influenciados por miedos, que son conocidos, otros disfrazados, que no conocemos tanto, timidez, humor del momento, culpas, falsas creencias de lo que puedo y no puedo, de lo que creo que es para mi o no, la influencia de nuestros complejos sobre nuestro físico, nuestra educación, nuestro carácter, si me creo muy inteligente o no tanto, etc., etc. Esta lista pertenece totalmente a la ilusión en la que estamos viviendo, y la que estamos convencidos que es nuestra realidad.

La segunda lista, que también pertenece al ego terrenal, pero que mantenemos escondida, es aquella en donde anotamos lo que hubiésemos querido ser, es decir si me hubiesen permitido, si me hubiesen apoyado, si me hubiesen hecho caso, si hubiese tenido el dinero, es decir, cosas pendientes que nunca hicimos el real esfuerzo por concretar, pero que estamos convencidos de que si hubiese o no hubiese sido por esto o por aquello, por este o aquella, hoy seríamos personas realizadas y completamente felices, que hubiésemos conseguido el destino que queríamos.
Luego tenemos una tercera lista que probablemente ni conocemos y que es la que tiene la meta básica, que es la lista que todos traemos al nacer: evolucionar y sentirnos en paz y felices completamente.
Hasta que no tengamos estas tres listas en equilibrio no vamos a ver los resultados que esperamos de la ley de atracción.
En las dos primeras listas se encuentran repartidas las experiencias de la ilusión que de una forma o de otra nos llevarían al mismo fin, si es que lo hacemos en armonía con la tercer lista. Es decir, lo que sea que hagamos en esta ilusión que nos haga sentir en paz, felices, y a la vez estar evolucionando como ser completo es lo que hará funcionar a la ley de atracción por completo.
Lo primero que debemos de hacer es armonizar las dos primeras listas, y hacer de las dos, una. Déjame decirte que los “hubiesen” de la segunda lista, debes anularlos todos para resumirlo en uno, si ya eres adulto y realmente “hubieses” deseado cualquiera de esas cosas con todas tus fuerzas, lo “hubieses” logrado a pesar de esto o aquello, de aquella o de aquel.
Ya hay personas en el mundo que han demostrado esto, que al proponerse algo, de la nada y sin apoyo ninguno llegó a concretar sus metas, y esa persona no era un súper-humano, era un ser humano como tú y como yo.
Así que es importante que en este paso definamos prioridades, es decir, teniendo en claro lo de las dos primeras listas, hacer una selección de metas principales, comenzando a borrar todos los pretextos para no haber hecho lo que queríamos hacer, eliminar también en forma radical y sin peros, toda otra situación que sea contradictoria con nuestras metas principales, como por ejemplo: si quiero ser vegetariano, no puedo querer también una carnicería. Muchas veces vamos a encontrar contradicciones de estas en nuestros deseos, incluso lo que hacemos en nuestros ratos de ocio a veces contradice lo que queremos lograr. Por ejemplo, si quiero alcanzar paz interior, no debo ver películas de guerra o no me puedo divertir viéndolas.
La mayoría de nosotros contamos en nuestro haber con varias de estas contradicciones, sin comprender que todo es vibración y que todo lo que integre nuestra vida produce algún tipo de vibración, que de nada sirve una hora de meditación contra veintitrés de excitación interna, que provocamos muchas veces nosotros mismos con las situaciones que elegimos vivir.
Es algo así como borrar con el codo lo que se escribe con la mano.
También es muy importante el tema relaciones, las personas con las que compartimos momentos importantes de nuestra vida son también de importancia con respecto al estado que queremos mantener. Con esto no estoy diciendo que debemos de llevar una vida de monasterio, ni que debemos separarnos del resto de la humanidad, ni de las responsabilidades de la vida cotidiana, pero se hace necesario que, sin herir a nadie y de manera totalmente equilibrada y conciente, vayamos haciendo una selección de prioridades, de relaciones, eliminando de nuestra vida todo aquello que esté en contra de nuestras prioridades y que resulte tóxico para nuestra paz interior, ya sean lugares de trabajo, comidas, músicas, relaciones, lugares donde me divierto, compromisos adquiridos por complacer a otras personas, etc.
Necesitamos definirnos. Primero en lo que queremos, luego decidir en armonía con ello, ser firmes sin culpa, siendo a la vez compasivo, sin olvidarse de los demás y sin atropellar a nadie.
Necesitamos nuestro espacio y no tiene que ser necesariamente un espacio físico, sino un espacio dentro de nosotros mismos, donde poder conocernos, amarnos, mimarnos y cuidarnos, así como lo haríamos con un niño del que fuera nuestra responsabilidad su desarrollo como ser completo. También, como lo haríamos con este niño, necesitamos educarnos, ya que en el camino evolutivo, somos nuestros propios padres. Porque los padres terrenales también son niños en estado de aprendizaje y es muy difícil que si no encontraron su propia paz interior nos hayan podido guiar a nosotros. Ya que ellos también han vivido engañados por la ilusión, y aunque con amor, han tratado de guiarnos la mayor parte de las veces han cometido con nosotros los mismos errores que con ellos mismos. Así que la madurez evolutiva la estamos alcanzando cuando nosotros mismos podemos ser nuestros guías.

Después de este paso, en el que tenemos que haber terminado con la claridad absoluta, de que es lo que exactamente queremos, que es lo que no queremos, que es lo que vamos a dejar en nuestra vida y que es lo que hemos de retirar, entonces estaremos preparados para comenzar la etapa del enfoque.

Y esto continua en el próximo documento.







Explicación ampliada sobre la ley de atracción.

4ª y última parte.


          



Habiendo realizado los pasos anteriormente detallados en los escritos anteriores, nos disponemos a comprender de qué se trata exactamente lo que llamamos “enfoque” para el uso en la ley de atracción.
Normalmente cuando escuchamos esta palabra “enfoque”, nos viene a la mente la idea de un pensamiento concentrado, centralizado constantemente en un objetivo. Podríamos decir casi un pensamiento obsesivo. Pues bien, el enfoque que necesitamos para el buen atraer no se trata de esto precisamente. Si bien en primera instancia usamos la mente para imaginar y proyectar nuestro deseo, sobreviene inmediatamente la etapa donde la mente no interviene para nada en este proceso. Aquí no se trata de un poder mental, sino de un poder sentimental, es decir, pura energía.

Entonces una vez definido lo que queremos, aquello que deseamos ya estará instalado en nuestra mente de forma que será mucho más fácil visualizar lo que deseamos. Visualizar está dentro de la primera etapa del enfoque, esta parte sí es mental. Si bien se ha dicho que es necesario ver clara en nuestra mente y con lujo de detalles aquello que pretendemos acercar a nuestra vida, es más importante que lograr eso el poder sentir la felicidad que nos dará el conseguir el objetivo ahora ya, es decir sentir que estamos viviendo un hoy eterno, el tiempo sin tiempo. Que nuestro objetivo ya está en proceso, que no pertenece al mañana sino a nuestro hoy.
Cuando se nos hace difícil sentir y mantener ese sentimiento, podemos estimular nuestro estado de felicidad de diferentes maneras. Es importantísimo mantener la sensación de contento interno; las pre-ocupaciones, las dudas, el temor a lo que vendrá o no vendrá, anulan el efecto de la más clara visualización. Por otra parte la visualización por si misma no tiene efecto alguno ya que es simplemente una herramienta mental para ponernos en estado de felicidad y gratitud y orientarnos con seguridad hacia el objetivo. Pero lo que le da energía y vida a esta visualización es el sentimiento mantenido sin cortocircuitos internos. Logrando esto, el enfoque es activo y constante, en el sentido de que nuestro sentimiento de concreción se retroalimenta manteniéndonos en estado de alerta, haciendo que nuestra energía se vea siempre volcada en forma natural y fluida hacia todo aquello que esté en armonía con lo que deseamos y alejándonos de todo lo que nos desvía de nuestro destino. Si mantenemos el estado adecuado no se hace absolutamente necesario estar mentalizando constantemente el objetivo y por el contrario nos movemos en un estado de fluidez armoniosa que nos lleva sin esfuerzo y en un pleno disfrute de cada situación que hemos de vivir sintiendo que cada uno de los movimientos que hacemos es parte de lo que necesitamos vivir para hacer realidad nuestros deseos.
En este estado no contrariamos las situaciones que se nos ofrezcan porque confiamos y agradecemos sabiendo que aunque no lo comprendamos en profundidad cada movimiento es parte del todo en el que también se encuentra el objetivo esperado, por lo tanto si no me resisto lo experimento y avanzo, llegaré por el camino adecuado a mi destino.
Todo este preparativo, desde lo que hablamos en el primer escrito hasta este, nos predispone a acercarnos cada vez más, y cada vez con menos obstáculos, hacia nuestro destino. Pero hemos de tener muy claro que aunque demos todos estos pasos correctamente no significa que mágicamente desaparecerá de mi vida toda situación dolorosa o incomoda, no me volveré inmune a los conflictos de la humanidad ni a las enfermedades, ni adquiriré poderes que harán que todos mis antojos se cumplan. He de tener en cuenta que somos todos participes de la evolución planetaria y como raza humana, y que aunque en lo personal yo puedo avanzar, no por eso estaré desconectado del destino que comparto con toda la humanidad.
Estar en mejor posición en cuanto a la forma en que nos relacionamos con el universo sí me ayudará a alejar de mí toda manifestación innecesaria para mi desarrollo y me facilitará el acceso a lo que si me sirve. Pero no debemos olvidar que todos estamos creciendo y aprendiendo, y que algunas lecciones que necesitamos no podremos evitarlas. Aprender de ellas con el sentimiento positivo de que están ahí para nuestro favor puede hacer que todas se resuelvan más rápido y sin mayores consecuencias; incluso con mucho menos dolor del que posiblemente viviríamos en caso de resistirnos poniéndonos internamente negativos ante estas situaciones.

Alguien me preguntó en uno de mis debates la relación entre enfermedad y ley de atracción. Aquí va mi respuesta: en primer lugar hemos de ser realistas y reconocer que nuestro cuerpo es una máquina que aunque muy avanzada es aun imperfecta; también orgánicamente estamos evolucionando aún. Nuestros cuerpos se desgastan y envejecen, y es natural que en ese proceso ocurran algunos tipos de fallas orgánicas que producen lo que llamamos enfermedades. Hemos conocido grandes maestros y todos ellos han terminado muriendo por algún tipo de enfermedad como cualquier ser humano. Por lo tanto, por ahora no se ha conocido el humano que pueda evitar la muerte física y/o el sufrimiento de algún tipo de enfermedad. Lo que si sabemos que hay una relación entre nuestro estado interior ya sea positivo o negativo en el sentido de que podemos empeorar o mejorar nuestra predisposición a enfermarnos, o en el caso de tener una enfermedad mejorar más rápidamente o hacer más grave lo que ya tenemos.
Tenemos que tener en cuenta que son muchos los factores que entran en juego en la predisposición a las enfermedades. Por ejemplo la herencia genética, la predisposición por raza hacia algún tipo de enfermedad que son características de cada una, también el cuidado o descuidado que se haya proporcionado al físico a lo largo de la vida, como la ingesta de drogas, tabaco, alcohol, mala alimentación que deja secuelas y que aunque hoy hayamos cambiado de hábitos no quiere decir que esto desaparezca mágicamente. De todas maneras siempre estaremos mejor parados ante cualquier situación, incluso las enfermedades que tengamos que enfrentar, si estamos internamente equilibrados, en armonía con el universo, con la naturaleza, con los demás y con nosotros mismos. Lo importante y que nunca debemos olvidar es mantenernos siempre en estado de gratitud, seguros de saber que lo que sea que nos toque vivir es parte de nuestra vida evolutiva personal y compartida con el resto. Si lo sentimos así todo lo difícil pasara más rápido y sin dejar huella, para dar lugar a los pasos siguientes y así aproximarnos a nuestra máxima evolución. Recordemos que el objetivo de todo ser humano es evolucionar y ser feliz, que lo que llamamos “nuestros objetivos o destinos” no son las finalidades de nuestra vida, por lo tanto nada termina por haber conseguido una casa, un auto, una empresa, un puesto, etc. Nuestro destino es la vida misma. Nuestro objetivo ha de ser vivirla con paz interna, felices, y en compañía de los demás. Todo el resto de las “cosas” no son más que accesorios que si llegan a nuestra vida debemos disfrutarlos; pero que si no llegan, no hemos de convertir su falta en motivo de infelicidad, de sufrimiento, ni sentirnos estancados por ello.
Resumiendo; se trata básicamente de soñar sin olvidar que somos un ser de tres planos, tratar de mantenerlos en armonía, reconociendo la capacidad y limites de cada uno de los tres, esto quiere decir aceptar que hay una parte de mi (espíritu) que es la que tiene menos limites y la que se llevará la experiencia de las otras dos; esas otras dos (mente y cuerpo) son las herramientas que tengo en este plano al servicio de la primera. Por lo tanto mis sueños, mis metas, mis objetivos no han de ser jamás finalidades que solo contenten a la mente y el cuerpo. De esta forma siempre me sentiré infeliz e incompleto. Estar en equilibrio significa que mi mente y mi cuerpo trabajaran en armonía con mi espíritu. Si esto es así será fácil vivir en estado de gratitud aun viviendo situaciones no agradables porque sabré que son parte de la experiencia que enriquecerá mi todo, y segura de que nada de lo que vivo es en vano y que de todo lo bello y bueno que hay en el mundo también disfrutare, ya que ese es el derecho nato de todo ser humano.
Por lo tanto todo esto se trata de vivir, agradecer, disfrutar, aceptar mis límites verdaderos no los que me han hecho creer que tengo, observar, aprender, no quejarme, sentir, amar la vida, sentirme feliz por lo que ya tengo, y esperar con alegría lo demás que está ahí para mí.
Manteniéndonos en este estado en una forma constante nos estaremos convirtiendo en un imán de toda cosa buena que pueda estar en armonía con nuestra existencia, sin olvidar el realismo de que estamos compartiendo el karma colectivo del cual no sabremos que nos puede llegar, y que también no evitaremos algunas de las dificultades propias de la existencia. Pero si estamos en una buena posición armónica las dificultades serán más llevaderas y menos que si estuviéramos desequilibrados internamente, y más los beneficios, y más fácil conservar la calma interior que necesitamos para seguir avanzando e incluso para apoyar a los que la hayan perdido.

La felicidad se aproxima a los que ya se sienten felices.
Igualmente, la amargura se atrae cuando ya se está internamente negativo.
Por eso recuerda: si quieres atraer felicidad sin importar lo que esta traiga incluido siéntete feliz ahora, busca en tu vida lo que tengas que te haga sentir feliz; si no lo tienes ahora busca en tu pasado, trae a tu mente los recuerdos de momentos felices, agradece por ellos e intenta conservar como sea el estado que te han provocado. Cada instante feliz en tu vida atesóralo en tu corazón y prolonga esos sentimientos aunque las situaciones terminen. No permitas que ninguna complicación o momentos dolorosos o de molestias, te quiten ese tesoro. De esta manera aun ante las situaciones más dolorosas podrás mantenerte en un estado de atracción para cambiar la situación confusa y acercar hacia ti situaciones positivas y mejores.
A la gente negativa no la alimentemos siguiendo su juego; a veces convivimos con personas agresivas o compartimos puestos de trabajo o tenemos algún familiar del cual se nos hace difícil alejarnos demasiado. En estos casos debemos de tomar decisiones a veces drásticas, cuando las relaciones se convierten en algo toxico. Generalmente las personas se sienten atrapadas sintiendo por una razón u otra, que es imposible separarse de estos seres. Hay que tomarlo con calma tratar de encontrar el equilibrio propio y desde ese lugar tener la claridad suficiente para ver la salida. Siempre existe alguna manera, pero es importante también en esta situación, mantener el buen estado interno sin permitir que la otra persona lo boicotee.
Si nos mantenemos en nuestro estado optimo, las soluciones irán apareciendo, ya que nuestro imán las irá acercando hacia nosotros, pero solo si mantenemos el estado podremos verlas con claridad, ya que si no estaremos enfrascados en nuestra angustia, por lo tanto ciegos, a cualquier oportunidad de solución.
Cuando la situación de separación con la persona se hace difícil porque esta persona depende de nosotros, y al decir depende, me refiero a algo real, es decir una persona que no puede valerse por sí misma, que esta en inferioridad de condiciones que nosotros por alguna razón, y por la cual somos los únicos responsables, y no en el caso en el que el otro pretende hacernos responsables por su persona por comodidad o por abuso, solo si su dependencia fuera real, igualmente debemos de encontrar modos de cumplir con nuestra responsabilidad sin que sea necesario que por ello se arruine nuestro desarrollo, desaparezca nuestra paz interna y nos obstaculice nuestra evolución. Nadie tiene derecho a detener la evolución de otra persona, ni nadie es responsable de otro al punto de tener que anular su evolución por contenerlo. Si debemos de cumplir las responsabilidades que adquirimos con los demás pero con asertividad; el lema es: “Yo crezco, no obstaculizo, tu creces y no me obstaculizas.” Y como existe el libre albedrio y hay que respetarlo, debo aceptar que el otro crezca como quiera. Pero los otros han de aceptar mi libertad de crecer sin obstáculos.
Todas estas cosas hemos de tener en cuenta cuando queremos estar en una buena disposición de atracción; sin paz interior solo estaremos atrayendo más situaciones que nos quiten la paz, y como en círculo vicioso esta falta de paz irá en aumento en la medida en que nos sintamos cada vez peor, y así seguiremos atrayendo más mal. Hagámonos conscientes de nuestro sentir y generemos un círculo vicioso en sentido positivo, evitemos la impaciencia, todo fruto antes de serlo tuvo un proceso, si plantas una semilla no escarbas a cada rato para ver si está funcionando debajo de la tierra, porque en ese caso destruiríamos el proceso.
Cuando ves aparecer el broto sobre la tierra te alegras, pero sabes que aun falta para que llegue el fruto, y sigues dedicándole atención a la planta, verdad?
Planta las semillas, cuídala y veras en el proceso que te dará muchas satisfacciones a medida que va creciendo y vez salir cada hoja, que aumenta de tamaño hasta que ves salir los capullos. Cada una de estas partes en nuestra vida se ve reflejado con pequeños-grandes logros, cuando en cualquier momento aparece por allí algo de lo que deseábamos en el momento en que menos lo estábamos esperando, pero siempre hay mas y siempre debemos de seguir alegres disfrutando de cada logro sin olvidar el cuidado y la protección que debemos seguir prodigándole a nuestra planta, sabiendo que no desistiremos de ello aunque el viento la haya castigado, aunque los insectos la ataquen, seguiremos con la misma alegría con nuestro trabajo para llevarlo hasta el final.
Así es la vida amigos, así es que está funcionando todo el tiempo con nosotros la ley de atracción; ya sea como cuando cuidamos nuestras semillas, como cuando no, o cuando las cuidamos de manea errada.
Esto es sentimiento (semilla), seguridad (alimentación de la semilla), gratitud y acción (protección y cuidado de la planta), esperar con alegría (paz interior, paciencia para esperar el fruto), disfrute (placer desde la semilla hasta sentir el sabor del fruto).
Esta es la única manera en que obtenemos una planta desde su creación hasta su plenitud, aunque semillas podemos tirar muchas a la tierra, y si no hacemos las cosas del modo correcto jamás crecerán, o nosotros mismos arruinaremos su crecimiento directamente o permitiendo que otros la destruyan.


Tú decides…

Las leyes de la Naturaleza son sabias y funcionan para todos por igual aunque no las conozcamos. Conocerlas nos da la ventaja de poder tratar a nuestras semillas en forma consciente, pero la elección de cómo hacerlo siempre va a ser nuestra. El conocimiento solo no basta. No existen más misterios que estos.
Dios nos dejo estas enseñanzas escritas en el libro de la vida, solo tenemos que estar atentos, observar, leer en este libro, con nuestros tres planos incluidos, y todo está allí para que lo tomemos y lo utilicemos en nuestro favor.
Conviértete en el jardinero de tu destino, planta tus semillas, cuida tu jardín con esmero, mantente atento a las malas hierbas, que siempre intentaran salir y que siempre deberás quitar, mientras tanto sueña con tus rosas, con tus frutos, porque en cada año hay una estación para cada una de esta facetas, y si hacemos lo correcto en cada una de ellas disfrutaremos de nuestro jardín todo el año aunque las flores y los frutos más vistosos se vean en cierta época. Aleja las alimañas que puedan dañar tus plantas, no envidies el jardín de tu vecino ni te lamentes por el que no lo tiene, porque cada uno puede sembrar su jardín si lo desea, y cada uno tendrá el jardín según lo haya tratado. En todo caso si puedes y si el otro lo desea puedes aconsejar a tu vecino según la experiencia y los resultados que hayas obtenido en tu jardín, pero él será el que ha de trabajar su propio terreno. Ten en cuenta que el trabajo es arduo, que a veces puede ser cansador, pero lo que se cansa es la mente y el cuerpo, y si mantienes tu espíritu en alto, confiado, seguro y alegre seguro que tu cuerpo y tu mente se recuperaran cada vez para volver a comenzar y seguir con su tarea.
Este documento, junto con los tres anteriores pretende ser un resumen bastante amplio del tema, pero debemos de tener en cuenta, que dentro de las generalidades hay variantes como tantas personas hay. Pero lo que aquí hemos descripto, es lo que necesitamos saber y del resto se encarga el universo. Igualmente siempre estaré dispuesta a contestar las preguntas que les puedan surgir.





Un gran abrazo y hasta pronto.








Algo muy importante a tener en cuenta para no cortocircuitar
el buen atraer


PASADO ES PASADO

Un hábito bastante común de la mente es el de divagar
hacia eventos y situaciones del pasado.
Algo que incluso puede parecernos normal
y que no merece mayor atención.

Sin embargo, una reflexión más minuciosa
acerca de esta tendencia tan natural,
nos alerta sobre sus implicaciones y efectos.

Una cosa es dirigirnos al pasado de manera consciente,
para recordar hechos y para extraer información
y aprendizaje. En ese sentido es algo no sólo útil
sino necesario en muchas ocasiones. 
Algo muy diferente es volar con la imaginación,
de modo involuntario, a escenas y situaciones del pasado
y volver a revivirlas, evocando los sentimientos,
sensaciones y emociones que se produjeron.

A veces incluso, jugando con la imaginación,
tratar de cambiar y modificar esas escenas.

Tanto si fueron escenas agradables como desagradables,
en ambos casos, volver con nuestra mente
al pasado nos impide vivir con plenitud el presente.
Esta inhabilidad de permanecer en el aquí y el ahora
no nos deja contribuir al presente de la mejor manera
posible ya que no estamos plenamente alertas
ni conscientes de lo que está sucediendo.

Cuando hablamos del presente, por un lado implica
el momento actual y por otro, la misma palabra lo expresa,
es el regalo más valioso, es la oportunidad de aprender
y crecer, pero sólo si sabemos vivirlo con plena conciencia.

Una práctica útil para centrarnos en el presente
es la de poner un punto final: una y otra vez,
a lo largo del día, tenemos que hacer una parada de un minuto
y sumergir todos los pensamientos en la experiencia
de estar centrados en el interior y presentes.

Para ello nos puede ayudar el traer a nuestra mente
algún pensamiento elevado y positivo como
“soy un ser espiritual, un ser de luz y paz”
y experimentar así la conexión con nuestra esencia
de silencio y serenidad.

Cuanto más practiquemos este sencillo ejercicio,
más debilitaremos el patrón de viajar con la mente
al pasado y más disponibles estaremos para vivir
y crear un presente lleno de significado y propósito.

Brahma Kumaris

 World Spiritual University